AL AGUA GATO!
Los gatos son animales extremadamente pulcros. Entierran su caca para mantenerla lejos de la vista (y los parásitos lejos de sus cuerpos), y es muy común verlos limpiándose con la lengua áspera, por lo general después de las comidas.
Además, es conocida la imagen del gato que odia mojarse. Pero, pese a esto, los expertos recomiendan acostumbrar a los felinos al baño desde pequeños. Si tu gato es decididamente reacio al agua, entonces podés utilizar un talco o polvo especial que sirve para este fin. Cualquiera sea la opción elegida para tu gato, no es necesario bañarla mas de 3 o 4 veces por año. Cuando decidas que es hora de una lavada, se recomienda utilizar agua tibia y champú especialmente formulado para gatos. Sus ojos deben limpiarse dos veces por semana con un pañuelo de papel, y las orejas semanlmente. También es importante la higiene bucal, ya que los gatos pueden contraer infecciones. Son motivo de consulta al veterinario el enrojecimiento de las encías y si el animal sacude la cabeza, ya que esto puede indicar molestias en los odios, provocadas por cera o por alguna infección. También amerita una visita al médico el hecho de que tu gato deje de acicalarse o suba mucho de peso.
MIMOS Y BELLEZA
Estos pequeños seres nos prodigan afecto incondicional. Es lindo recompensarlos con un buen cepillado. Esta actividad cumple la doble función de eliminar los pelos desprendidos del pelaje (y evitar las bolas de pelo) y de dar cariño al gato. Se recomienda acostumbrarlos desde pequeños a este hábito y elegir un cepillo adecuado para cada tipo de pelaje.